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Una
anécdota muy graciosa en el fútbol español fue protagonizada años atrás
entre el jugador danés John Lauridsen (foto) y José María Maguregui su
entrenador en el Espanyol de Barcelona.
Maguregui, más bien conservador, era conocido por poner tranvías en la portería y el danés apostaba por un futbol creativo en el centro del campo.
La cuestión es que Lauridsen se descolgó a principio de temporada con unas declaraciones en las que decía que el Espanyol debía apostar por el espectaculo, el toque y el buen futbol. En la siguiente sesión de entrenamientos, Maguregui llamó a Lauridsen delante de sus compañeros y le dijo que le iba a hacer caso, "durante 90 minutos hará usted lo que yo le mande, y al final del partido llegará el momento del espectáculo, se va usted al centro del campo y se baja los pantalones".
Maguregui, más bien conservador, era conocido por poner tranvías en la portería y el danés apostaba por un futbol creativo en el centro del campo.
La cuestión es que Lauridsen se descolgó a principio de temporada con unas declaraciones en las que decía que el Espanyol debía apostar por el espectaculo, el toque y el buen futbol. En la siguiente sesión de entrenamientos, Maguregui llamó a Lauridsen delante de sus compañeros y le dijo que le iba a hacer caso, "durante 90 minutos hará usted lo que yo le mande, y al final del partido llegará el momento del espectáculo, se va usted al centro del campo y se baja los pantalones".