Matías Urbano, con la jugada que lo está
destacando en Chile, metió una asistencia y un golazo para el empate de
Unión San Felipe ante Audax Italiano. Para no dejar de ver (y aplaudir).
El Rey ha muerto. Que viva el Rey.
El Rey de la Rabona hoy
dirige a la selección chilena. Y en territorio trasandino, Claudio
Borghi, sin dudas, ya encontró a su sucesor, argento él, ilustre y
desconocido: Matías Héctor Sebastián Urbano, rionegrino de Cipolletti,
30 años, delantero, desfachatado…
Era uno más de tantos otros, uno
más de esos tantos argentos que sin un lugar de privilegio en su
patria, agarraron el bolsito y a la primera oferta desde quién sabe
dónde dieron las hurras… Que Brown de Arrecifes, Talleres de Córdoba,
Cartagena en Colombia, Macará y Deportivo Quito en Ecuador, León y Cruz
Azuo Oaxaca en México, el humilde Roquetas en el Ascenso español, La
Serena y Everton en su primer paso por el fútbol chileno, Cúcuta
Deportivo otra vez en Colombia, San Martín de Tucumán, Pro Patria en la C
italiana…Y el Globetrotter volvió a Chile para jugar en Santiago
Morning y, desde esta temporada, en Unión San Felipe. Y en USF, al fin,
la consagración gracias a sus rabonas mortíferas.
Sin embargo, en
esta 5° fecha del Clausura chilena, no olvidó su gracia ni el gol… El
partido frente a Audax Italiano llevaba 54 minutos de bostezos y un 0-0
que pintaba inmodificable. Hasta que Urbano desbordó por izquierda,
llegó hasta el fondo, y cuando parecía que se llevaría por delante el
alambrado, sacó un centro de rabona al segundo palo que Quiroz mandó a
guardar para el 1-0 de Unión San Felipe. Go-la-zo.
Pero claro,
después, justamente, el primer equipo que Claudio Borghi dirigió en
Chile, dio vuelta el partido (gol de Pereyra, ex Estudiantes de Buenos
Aires), hasta que en el segundo minuto de descuento, Matías –goleador
del Apertura 2011- apareció por derecha, con sus reconocidos guantes
negros invernales, y con un estiletazo metió el 2-2 definitivo, su
cuarto grito en el torneo.
DIARIO OLE