"Hace unos años fui
con mi pibe a una compra venta de un amigo de la infancia, de la villa.
Bueno, llegué, un lío bárbaro, nos fuimos a tomar unos mates. Y ahí,
entonces, el tipo me dijo que no tenía sillas. "Y pasame un cajón,
boludo", le tiré. Al rato mi pibe pidió una gaseosa y mi amigo me dijo
que no tenía vaso de vidrio. "Y que tome del pico", le contesté. Y
así... Cuando nos fuimos mi pibe me dijo: "Papá, son muy pobres". Paré
el auto en seco. Lo miré. "Escuchame una cosa, pendejo de mierda y la
concha de tu madre, qué te pensás que sos, ¿millonario? ¿Sabés dónde
vivía yo, pelotudo?", le dije. Y lo llevé a la villa. Y le mostré mi
casa, con el baño a 30 metros. Ahora se adapta a todo" José Luis Calderón