La largada simbólica convocó a una multitud en el centro. 
La experiencia del súper especial adentro del canal de riego fue la principal novedad de esta edición.
Pérez Companc volvió y dio espectáculo con el WRC.
Marchetto terminó dado vuelta y con el auto roto por tratar de pelear adelante
La experiencia del súper especial adentro del canal de riego fue la principal novedad de esta edición.
Pérez Companc volvió y dio espectáculo con el WRC.
Marchetto terminó dado vuelta y con el auto roto por tratar de pelear adelante
La prueba más importante de rally en Argentina entró en la historia como una de las más espectaculares, tanto en lo deportivo como en la convocatoria de aficionados. La 40ª edición de la Vuelta de la Manzana tuvo de todo. Desde su increíble comienzo adentro del canal principal de riego, en Roca, a la notable victoria de Federico Villagra y un gran trabajo de los pilotos regionales.
Son pocas las pruebas en el automovilismo argentino que perduran con el paso del tiempo y menos aún las que alcanzan la trascendencia de la Manzana.
La AVGR creció como club y trascendió fronteras gracias a la Manzana, pero la prueba mantuvo se transformó en leyenda porque los dirigentes de la entidad roquense tuvieron la habilidad de acomodarse a los tiempos que se viven, sobre todo en lo económico.
Son tan ciertas las frases "quién no soñó con participar de una Vuelta de la Manzana" o la otra de "ganar esta prueba es diferente a todas, es como lograr un título".
Basta con la definición del "Coyote", después de su conquista, señalando que "esta 40ª edición de la Manzana no es poca cosa, voy a quedar en su historia".
Organizar una prueba de la magnitud de la Manzana no es fácil, todo un mérito para la AVGR, como también el compromiso de los participantes que respondieron en forma masiva y entregaron un gran espectáculo.
La largada simbólica se convirtió en una fiesta multitudinaria, que anticipó que la prueba tendría una convocatoria histórica, que se ratificó cuando más de 40.000 aficionados respondieron al inédito espectáculo de ver un súper especial adentro del canal principal de riego.
Jorge "Goyo" Martínez, el responsable de elegir el canal grande como circuito, no estaba para nada de acuerdo con Rally Argentino en hacer un súper especial céntrico. Lo desvelaba el tema seguridad. La solución la encontró a unas cuadras de la AVGR, le salió bárbaro y con algunos ajustes es para repetir.
Son pocas las pruebas en el automovilismo argentino que perduran con el paso del tiempo y menos aún las que alcanzan la trascendencia de la Manzana.
La AVGR creció como club y trascendió fronteras gracias a la Manzana, pero la prueba mantuvo se transformó en leyenda porque los dirigentes de la entidad roquense tuvieron la habilidad de acomodarse a los tiempos que se viven, sobre todo en lo económico.
Son tan ciertas las frases "quién no soñó con participar de una Vuelta de la Manzana" o la otra de "ganar esta prueba es diferente a todas, es como lograr un título".
Basta con la definición del "Coyote", después de su conquista, señalando que "esta 40ª edición de la Manzana no es poca cosa, voy a quedar en su historia".
Organizar una prueba de la magnitud de la Manzana no es fácil, todo un mérito para la AVGR, como también el compromiso de los participantes que respondieron en forma masiva y entregaron un gran espectáculo.
La largada simbólica se convirtió en una fiesta multitudinaria, que anticipó que la prueba tendría una convocatoria histórica, que se ratificó cuando más de 40.000 aficionados respondieron al inédito espectáculo de ver un súper especial adentro del canal principal de riego.
Jorge "Goyo" Martínez, el responsable de elegir el canal grande como circuito, no estaba para nada de acuerdo con Rally Argentino en hacer un súper especial céntrico. Lo desvelaba el tema seguridad. La solución la encontró a unas cuadras de la AVGR, le salió bárbaro y con algunos ajustes es para repetir.
