El charrúa lírico que quiere jugar en Cipo
Nicolás Guillenea es uruguayo, zurdo, tiene 25 años y juega de enganche o
volante ofensivo. Desde hace un año mueve cielo y tierra para jugar en
Cipolletti. Llegó a un acuerdo con Chelía la temporada pasada, pero fue
sobre el cierre de libre de pases, era riesgoso para Cipo y para el
jugador firmar el contrato sin prueba ni aval del entonces entrenador
Lorenzo Frutos.
Jugó en la selección Sub 17 de Uruguay en 2003, y también vistió las
camisetas Peñarol, Deportivo Aguila de El Salvador, Colón Fútbol Club, y
Miramar Misiones, el club de sus amores que también se viste de blanco y
negro. Guillenea asegura que tiene ofertas concretas de Tristán Suárez,
Atlanta, Racing de Córdoba y White Stars de la segunda división de
Bélgica.
Pero su pertenencia la siente en Cipolletti, el uruguayo hizo amigos en
Cipo con los que está en contacto permanente, escucha on line las radios
deportivas de Cipo, y el año pasado ofreció donar parte de su sueldo
para contribuir en las colaboraciones de Cipo Pasión en el Predio Banco
Nación.
El año pasado arregló con Chelía pero la operación no se dio, lo mismo
que le pasó a fin de año en Atlanta, que lo quiso llevar al Nacional B. "Quiero
jugar en Cipo porque tengo una cuenta pendiente, la otra vez dije que
no por compromiso, se demoró mucho todo, pero la gente me dio siempre el
ok sin conocer personalmente a nadie. Hice amigos que siempre
me están mandando mensajes a ver en qué ando, que me la dieron para
adelante y me pidieron la pasada temporada. Eso a un jugador lo llena
mucho, pero lo hace sentirse en deuda con la gente. Y lo mejor es
devolverlo dentro de la cancha, qué más quiere un hincha que ver ganar a
su club. Es como que sin conocer a nadie personalmente me siento parte y
eso es muy lindo, queda esa cuota pendiente de jugar en Cipo" explicó Nicolás Guillenea.
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