lunes, 17 de octubre de 2011

Un envión esperado

Podio

 Cipo contuvo bien a la CAI y cuando tuvo la oportunidad, le dio vuelta el partido. Ahora volvió a meterse en la pelea.
Cipolletti cosechó un triunfo para el recuerdo en Comodoro. Se lo dio vuelta a la CAI y está prendido. Notas Asociadas Golpe Cruzado en Trelew El Depo volvió a sonreir Todos bien apretados Maronese no hizo pie en el sintético Imprimir Enviar Compartir Tamaño Tweet La moneda se está dando vuelta para el lado de Cipolletti, que sigue en alza. El albinegro encadenó su segundo triunfo consecutivo y nada menos que en la fortaleza de la CAI, que le permitió quedar nuevamente muy cerca de la zona de clasificación. El 2-1 del equipo de Lorenzo Frutos no fue de casualidad. Lo consiguió gracias a que mostró carácter e inteligencia para darle vuelta el partido a un rival de los que juegan lindo
En Comodoro se enfrentaron dos equipos que intentaron casi siempre tener la pelota. El local fue paciente pero por momentos careció de profundidad para ir en busca del partido. Los dos tuvieron situaciones pero el que se fue al vestuario masticando bronca fue el local porque desperdició un penal en el minuto final. Leopoldo Gorosito cobró falta sobre José Loncón, que el volante pateó, pero Facundo Ávila se estiró bien sobre su izquierda y salvó el arco albinegro. Antes Oscar Negri había tenido dos claras para Cipo pero falló por poco. En el arranque del ST, fue mejor el local, que incomodó bastante a los de Frutos. A los 5 avisó Diego Rubilar con un cabezazo y enseguida Bustamante redondeó una buena jugada colectiva para poner el 1-0 a favor de los chubutenses. Cuando parecía otra tarde negra para el albinegro, Cipo se volvió un equipo práctico y efectivo. De un tiro de esquina llegó la pelota al área, hubo varios rebotes y apareció el ímpetu de Nicolás Ballestero para el 1-1. Después del empate, Lorenzo Frutos reacomodó las fichas para contener un poco mejor a su rival. Priore tomó más protagonismo, Inda estuvo muy cerca de dar vuelta la historia, pero el encargado de darle la mayor alegría del torneo a Cipo fue Henry Sáez al convertir el penal que le habían cometido a él mismo.