lunes, 14 de diciembre de 2009

LO QUE PASO ESTE FINDE






PERDIERON LOS PRE
El equipo Municipal de Municipal, perdío contundentemente por 5 a 0 ante Provincial de Junin de de los Andes, este pasado sábado lo hizo de visitante, el Equipo Formó con Sifuentes al arco, en defenza Figueroa,Matus,Cardenas y Torres, en el medio Echauri,Diaz,Lopez, Silo Hayllapan y adelante Tino Lopez y el Flaco DAO, Piedra jugó su peor partido en todo el torneo y creemos que peor que esto no se puede jugar, fue superado en todas las lineas, desde los 10 minutos del primer tioempo hasta ahi era mejor que el Local, despues del gol no se resistío y muchos jugadores bajaron los brazos muchos antes que terminara el partido,solo se sálvo Silo Hayllapan que nucnca dio una pelota por perdida, este sábado jugará la ultima fecha y tratara de revertir la mala imagen que dejo en la cancha.

Jugar afuera le sienta bien
Gigantes logró un cómodo triunfo en la tierra de los "pingüinos".
La recuperación de Gigantes del Sur llegó más rápido de los esperado y fue nada menos que con Chubut, que está prendido en la parte de arriba de la tabla, en la Liga Argentina de voley. El segundo cruce interparejas fue con gusto a revancha para el "Dino" que se impuso por un contundente 3-0, con parciales de 25-17, 25-16 y 25-21.
El gimnasio Municipal de Trelew vio la mejor versión del equipo de Alejandro Grossi, sólo tres días después de haber jugado muy mal en Picún Leufú.
Esta vez el trabajo defensivo fue muy bueno, con puntos altos en la recepción y el bloqueo, para superar sin mayores sobresaltos a un elenco chubutense que estuvo muy errático.
Martín Hernández, pese a la lesión en su hombro, pudo soltar su brazo y con los aportes por las puntas de Luis Gorosito y Jerónimo Bidegain, el representante neuquino fue implacable en la ofensiva.
Esta vez estuvieron bien controlados el opuesto Pablo Hruby y en central Pablo Guzmán, por eso el equipo de Horacio Dileo no pudo lastimar como el pasado jueves.
Parece que esta temporada Gigantes se siente más cómodo cuando actúa de visitante y así lo demuestran las estadísticas, porque de los cinco partidos que ganó, cuatro los consiguió en esa condición. Sigue séptimo en la tabla de posiciones.
El Galán de Sudamérica
Con solvencia, sin pasar apuros ante un gran pegador, Aldo Ríos retuvo el título sudamericano de los ligeros al vencer en fallo unánime a Claudio “El Pumita” Olmedo, en el Ruca Che. Así mantuvo el cinturón y su invicto en el país, que ya suma 47 combates. El de Centenario dominó el pleito, fue el que más cerca estuvo del KO y se llevó el triunfo en las tarjetas.
Neuquén > Aldo Nazareno Ríos no pierde las costumbres, las refuerza. Estira su carrera y su leyenda contra quien se le oponga, y camino a los 36 demuestra que tiene hilo en el carretel. A casi quince años de su debut ante Cecilio Omar Ramírez, el Galán todavía salta al ring en suelo argentino y baja rivales con su estilo dúctil, atildado, sumado a una experiencia que hizo valer al máximo ante Claudio “El Pumita” Olmedo, que venía con un record que asustaba a todos. Menos a Ríos. El centenariense retuvo por puntos en fallo unánime su cinturón Sudamericano de los Ligeros en un Ruca Che que volvió a disfrutar del espectáculo que siempre da uno de los mejores boxeadores del continente.
Ríos debió esperar 15 meses exactos para encontrar rival desde que defendió con éxito su título Argentino ante Nazareno Ruiz. Y la espera valió la pena. Olmedo llegó a Neuquén con un registro de 16 victorias, todos por KO, y una sola caída. Llevaba cinco triunfos antes de la campana en el 2009, 12 en fila en una carrera ascendente que lo llevó a ganar el título interino WBC Latino en super ligero. Pero como le pasó a tantos otros, se topó con los puños y la cintura del Galán (47-5). Aldo impuso su plan de pelea, la llevó al terreno que más le convenía y sacó un margen indiscutido en las tarjetas de los jurados: Aldo Bugardt (118-116), Jorge Garayo (118-115,5) y Sergio Torres (118,5-114).
Enojado porque el rival lo había tratado de “viejo”, con una preparación impecable, el pupilo de Bruno Godoy salió a buscar un combate largo, ante un noqueador que sólo una vez había peleado más de cuatro rounds. Tras dos vueltas con poco jabeo, casi sin sacar las derechas, en las que Olmedo ganó el centro del ring pero nunca pudo encontrar el blanco para imponer sus manos picantes, Ríos mostró su juego de cintura para evadir los avances del Pumita y de contra metió un par de derechas que hicieron mella en su rival. Con la tercera, la más clara, lo hizo tambalear y retroceder hasta su rincón, muy sentido. El Galán no logró definir el combate ahí, en el único momento en el que el KO rondó el Ruca Che, pero ya había dañado la confianza y el físico de Olmedo.
Desde allí, el Galán, pese a que sangraba de la nariz, fue siempre el que tuvo el dominio de las acciones, con una gran defensa y una receta efectiva: evitar los insistentes golpes del Pumita en los primeros instantes de cada asalto y meter buenas manos de contra. Tocando y saliendo, sin que lo pudieran llevar contra las cuerdas, moviendo la cintura y con la guardia alta, firme, Ríos se hizo dueño del ring en la segunda parte del combate, en el que Olmedo tuvo menos piernas y buscaba aire. Respondió a cada andanada del rival y le aguantó sin problemas las últimas balas, en el epílogo de una pelea en la que conservó el título y el invicto en Argentina.
Se dijo: “Hacía mucho que no se veía una pelea de este nivel en Neuquén. Ahora se me va a hacer todavía más difícil conseguir rivales. Si a Olmedo no lo quería pelear nadie... Pero al menos hay otro año de este viejito que le va a arruinar la carrera a alguno más”. (A. Ríos)
“Fue una pelea durísima, Olmedo es un gran rival y pega duro, pero manejé los tiempos. Sólo sentí algún golpe en el hígado, arriba no me pudo llegar nunca. En el final me vino a hablar y le dije que tenía merecida esta chance, porque se la aguanta. Pero que los viejitos sabemos más”. (A. Ríos)
Llanos, el rey del regional
No dejó lugar para las sorpresas en la Súper R y se llevó el premio mayor. Sambueza mandó en el Grupo N-2.
CATRIEL (Raúl Bernal, enviado especia) - Primero arma su auto, después lo maneja. Doble satisfacción para Daniel Llanos, quien ayer en la octava edición delRally de Catriel se dio el gusto de conquistar el título regional en la Súper R. El barilochense llegó a la definición con una buena ventaja y la aprovechó, de paso ganando de punta a punta.
La conquista de Llanos adquiere mayor importancia porque tuvo como rival al reginense Raúl A. Martínez, quien en el comienzo del certamen aparecía como el gran candidato y apostaba fuerte a retener el título.
Llanos edifició en Catriel un trabajo perfecto y el Día 2 se convirtió en un paseo veloz, dejando sin posibilidades a Martínez.
La sorpresa llegó al final de la prueba, cuando el concurrente del campeón sudamericano denunció al auto de Llanos, por considerar que el caño de escape del Subaru no era reglamentario.
El informe técnico desechó el reclamo, el título lo ganó el barilochense en buena ley.
El otro que se consagró fue DaríoSambueza. El representante de Villa Pehuenia se quedó con el título en el Grupo N-2 y lo hizo a lo grande, porque ganó por demolición en una división que siempre se caracteriza por su paridad.
Después del triunfo en la etapa inicial, Sambueza quedó a un paso del título y su principal rivalCésar Montecino a la espera de un milagro.
Sambueza no levantó nunca y abrochó el título con una impecable victoria, superando a Mauricio Stigliano y Montecino, quien no pudo hacer nada para intentar cambiar la historia.
En el Grupo N-3 la victoria quedó para Alejandro Martín, quien heredó el liderazgo de la prueba después del abandono del reaparecido Ramiro Arceo, dueño de la primera etapa.
Igual, la general en la tracción simple quedó para el reaparecido Carlos Schichi, quien también se impuso en la Clase A-7.
En la etapa final, Schichi no tuvo contras y superó por una gran diferencia tanto al campeón Jorge Bittar como a Roberto Sranko, los otros que pudieron completar la exigencia.
En la A-6 prevaleció Oscar Sabas Otta, el campeón anticipado que demostró que está para desafíos mayores, como lo demostró en Bariloche, cuando incursionó en el Argentino.
En gran trabajo fue segundo Rodrigo Serer y terminó tercero Lucas Bravo, otro que se lució en la última etapa de una categoría que es la más numerosa del rally regional. En la A-1, donde se coronó campeón Mauricio Layán, tampoco hubo sorpresas y Matías Del Barba demostró que cuando su auto funciona es casi imbatible, logrando una cómoda victoria.
La Visera, una fiesta
Cipolletti quedó a un paso de ganar el pentagonal tras derrotar 1-0 a Rivadavia. El gol, de Mario Ávila.
Sin ser brillante, pero sí dueño del partido, Cipolletti derrotó a Rivadavia de Lincoln por 1-0 en una Visera que volvió a vestirse de fiesta. El Albinegro se mantiene como único líder de la zona 2 y el miércoles en Santiago del Estero buscará ser uno de los dos semifinalistas del Apertura.
Cipolletti le sacó cuatro puntos a sus inmediatos perseguidores y hasta empatando podría obtener la gran alegría (ver aparte). El negocio en los primeros 45 fue ideal, porque el local pegó en el despertar del partido y después manejó las acciones.
Poco había pasado hasta que, a los 9, cayó un centro que peinó Berra y que de cabeza mandó a la red el insistente Mario Ávila.
El equipo de Perilli se tranquilizó y fue el dueño de ese lapso porque sabe jugar estas definiciones y porque Rivadavia fue un equipo bastante mezquino, que sólo encontró algo de juego cuando el balón pasó por los pies del neuquino Dante Zúñiga. Así y todo, la más clara fue de la visita a los 24, cuando la defensa de Cipo quedó mal parada y cara a cara con Ruiz, Jonathan García la tiró afuera.
El dueño de casa contestó con varios disparos de media distancia (de Carrasco, Porra y un par de Prieto) que atajó Beltramella o se fueron por arriba del travesaño.
Si bien a la vuelta de los vestuarios la primera fue para los de Lincoln, que tapó Ruiz, Cipolletti tomó los hilos, creció Carrasco (la figura), Ávila se tornó una complicación y comenzaron a escucharse las 3.500 voces.
Como sucedió ante Maipú, Prieto estuvo demasiado acelerado y por eso el Albinegro no sacó más diferencia. Lo tuvo a los 25 "Súper Hugo", pero en el mano a mano le quiso romper el arco a Beltramella y su disparo se fue desviado. Cipolletti sufrió innecesariamente en el final, porque tuvo varias para liquidar el pleito: a los 36 lo perdieron por partida doble Berra y Muñoz, a los 41 López Carrillo definió con displicencia y después lo tuvo Ibáñez. Igual, La Visera volvió a vertirse de fiesta.
Empate y final abierta
En Zapala, ante más de 2 mil personas, Don Bosco y Maronese igualaron 1-1 en los primeros 90 minutos de la definición del Clausura. El campeón se resuelve el domingo en cancha del Dino.
En el primer tiempo, Mario Barros abrió el marcador para Maronese. En el complemento, los zapalinos llegaron a la igualdad a través de Miguel Grandi.
Neuquén > Ante más de 2 mil personas, Don Bosco de Zapala y Maronese protagonizaron la primera final del Torneo Clausura de Lifune. Terminaron igualados 1-1 dejando la definición del certamen abierta a cualquiera de los dos. La revancha se disputará dentro de siete días en el reducto de Maronese.
El dino fue el primero en gritar a través de Mario Barros a los 26 minutos de la primera etapa. Don Bosco llegó al empate a los 27 del complemento gracias a un tiro libre de Miguel Grandi.
En el primer tiempo, no hubo muchas acciones de riesgo. Los equipos pelearon y jugaron bastante por lo que la etapa fue pareja. Don Bosco, con la responsabilidad de ser local, salió a buscar el gol. Por su parte, Maronese apostó a cerrar los espacios y a controlar el juego. Sin embargo, y aunque ambos conocían su libreto, no pudieron ocultar sus nervios.
Pero cuando las agujas llegaban al minuto 26, apareció la figura del Dino. Mario Barros recibió un lateral en el borde del área grande, forcejeó, ganó y con un sombrero se sacó de encima a otro defensor. Cuando la pelota caía, sin que toque el suelo, le pegó para que entre rozando el travesaño y el Dino pueda festejar el 1-0.
Con la ventaja, el juego de la visita no cambió, aunque le dio mayor tanquilidad para esperar el cierre de la primera etapa e irse al vestuario con el gol a su favor.
Dominio e igualdad
En el complemento las cosas cambiaron y el partido se convirtió en un monólogo de Don Bosco que salió a buscar por todos lados la igualdad, primero, y la diferencia después. La «V» se adueñó del balón y Maronese se desordenó. Los locales, con muchas ganas aunque con poca claridad e ideas, tomaron las riendas del juego y metieron al Dino muy cerca de su arco.
Primero lo tuvo Víctor Castro, a los 15 minutos, pero su cabezazo cruzado se fue al lado del poste. Dos minutos después, Painetrú probó de afuera, pero Churrarin llegó con lo justo y mandó la pelota al corner. Llegando a los 20 minutos, García anticipó al arquero de Maronese, pero su frentazo se fue desviado.
En el equipo del oeste capitalino no había precisión, Héctor Méndez no podía agarrar la pelota y ser el conductor. Sin el balón, Silva trató de centrar la pelea en la mitad de la cancha y envió a Conrado Martínez en lugar del «Toto».
Don Bosco no detenía su búsqueda, aunque abusaba de los pelotazos. A los 25 minutos, tras un corner, otra vez, García apareció en el área, ganó pero su cabezazo dio en el travesaño. La igualdad estaba al caer y los locales se prepararon para festejarla.
Y así sucedió, pisando los 27 minutos. Una falta a 30 metros del arco de Churrarin fue bien capitalizada por Miguel Grandi, que con un remate explendido puso el 1-1.
La más clara para los capitalinos llegó pasando los 30. El recién ingresado Conrado Martínez le pegó de afuera del área, pero su disparó llegó sin fuerzas a las manos de Hinostroza.
Con el empate, la desesperación volvió a ser protagonista. Don Bosco carecía de ideas, pero sus ganas los hacían dominar el juego. Maronese continuó replegado y apostando a salir de contra.
Los minutos finales encontraron al equipo del «Barrio» arrojando pelotazos y a Maronese devolviéndo todo lo que caía. La pelota salía del campo visitante, pero rápidamente retornaba.
El final llegó y fue empate. El partido fue emtoivo aunque no bien jugado y dentro de siete días el equipo que mejore su funcionamiento podrá dar la vuelta.
Se dijo: Hicimos un buen partido, dominamos el juego. Merecimos algo más que el empate pero no estuvimos derechos para definir. En Neuquén va a ser complicado, pero vamos a dejar todo para poder dar la vuelta». (N. Castro, DT de Don Bosco)
La final está abierta. Es una cancha muy dura por la gente y es buen resultado. Ahora hay que jugar en nuestra cancha donde el juego es muy distinto. No se quiere repetir lo que pasó con Centenario pero tratamos de no recordar». (M. Barros, DT de Maronese)
Cien años de felicidad
Por primera vez en sus 113 años, Banfield gritó campeón. Casi lo logra en el ´51. Esta vez se le dio.
Explotaron al fin gritos postergados durante más de cien años en el rincón sureño de Banfield, terruño levantado por ferroviarios ingleses que abrazaron primero el cricket y que hoy gozan el fútbol prolijo y los goles del sorprendente uruguayo Santiago Silva, protagonista excluyente en el Taladro de Julio Falcioni. Salió eyectado al fin ese grito que estuvo a punto de extirparse de las gargantas, tras aquella definición amarga de 1951.
Aquella vez fue el Racing tricampeón que puso la lápida a aquella ilusión verde y blanca, colores de origen difuso y discutido que sucedió al marrón y amarillo viejo bien ferroviario de la estación que construyó Edward Banfield, el primer gerente del Gran Ferrocarril del Sur.
Volvió a sufrir Banfield en La Bombonera, pero tempranamente San Lorenzo hizo acallar los susurros temerarios de Newell´s en Rosario. Atrás quedaron años de vaivenes, de los ingleses que dejaron al club pleno de ausencias cuando fueron a poner el pecho por su patria a la guerra del ´14. Descuentos de puntos, ascensos y descensos a lo largo de un siglo. Tuvo alegrías en el fútbol de Primera como aquella goleada, de 13 a 1 sobre Puerto Comecial de Ingeniero White en el viejo Nacional del 74, la más amplia de la historia del fútbol argentino, con siete del Juanchi Taverna.
Y el orgullo de ser llamado Taladro, ofrendado por el diario Pampero, tras la campaña de 1941, donde para mantenerse en primera, de los últimos 16 partidos ganó 11 y perdió 5, con goleada de por medio a Independiente por 4 a 3,
Banfield soportó cómo el rival de los últimos años, Lanús, celebraba hace apenas dos epílogos primaverales, su primer título en el fútbol grande.
Como Lanús, Banfield dejó en el camino a los grandes -salvo a Racing-, que suelen rasgarse las vestiduras cuando pasan dos o tres años sin campeonar, no 113 como le ocurrió al Taladro.
Sin lujos, pero con un equilibrio que ningún grande, más la explosión de Silva, taladrador de arcos rivales pese a su ausencia en la red boquense, los festejos se trasladaron a otro rincon del sur, en Peña y Arenales, el "Sola", que ayer estuvo lleno, aunque sus héroes estuvieron en La Boca.
Sorpresa y desazón en el Rojo
Independiente llegó con una diferencia de cinco goles a favor, perdió 6-1 con Huracán de Comodoro Rivadavia y debió jugar el pasaje en los penales. Cayó 3-2 y no pudo clasificarse entre los diez mejores del Apertura del Torneo Argentino B.
Hasta los 40 minutos del segundo tiempo el Rojo perdía 3-1 y conseguía su boleto. Pero recibió tres goles en los minutos finales y se quedó sin nada en los penales.
Comodoro Rivadavia > Bronca, sorpresa y desilusión pueden definir el cierre de la definición de la Fase Eliminatoria para Independiente de Neuquén. Es que en su visita a Comodoro Rivadvia, Huracán le asestó un duro golpe, goléandoló 6-1 y dejandoló afuera de los diez mejores, en la definición por penales, donde el Globo volvió a imponerse por 3-2.
En los primeros 90 minutos jugados en Centenario, los dirigidos por Omar Dehais había conseguido un gran resultado al imponerse 5-0. Y tenían el pasaje abrochado.
Apenas comenzó el partido Huracán mostró sus intensiones. Iban 40 segundos y el Globo ya tenía laprimera chance: José Luis Ocampo recibió en la mitad de la cancha y desde unos 40 metros le pegó para exigir a Nicolás Peralta que voló junto a la pelota, que pasó a centimetros del palo.
Los locales tomaron la iniciativa de inmediato y el Rojo se replegó en su campo, esperando salir de contra.
Tras algunos intentos por arriba, apareció Estebán López a los siete minutos para abrir el marcador. Millahual encaró por derecha y sacó un centro que encontró a López solo para cabecear a la red.
El gol tempranero envalentonó a los locales y de a poco el nerviosismo que tenían en el comienzo se trasladó a los jugadores neuquinos.
Con el Rojo replegado, el Globo dejó espacios y el partido se tornó de ida y vuelta. Aunque era el local el que contaba con más opciones. Tromer tuvo una clara tras un centro al área, Peralta salió a cortar y quedó a mitad de camino pero el cabezazo del defensor se fue por arriba del travesaño.
A los 39 minutos, Subiabre llegó al área y remató pero el balón dio en el pecho de Peralta y de inmediato salió la contra. Traslado Fernández para terminar en Ramos que sólo frente al arco se erró el empate.
Sobre el final de la primera etapa y tras mucho buscar, Huracán llegó al 2-0. El Rojo marcó mal, luego de un nuevo centro al área y Pablo Romano entró sólo por el segundo palo y empujó la pelota para seguir alimentando el milagro.
No aguantó
En el complemento, Huracán fue una aplanadora. Por méritos propios pero también por errores de Independiente, que en defensa se mostraba muy endeble, el Globo llegó a los penales.
Tras soportar los minutos iniciales, el Rojo pareció encontrar algo de respiro a los 21 minutos, cuando Fernández tomó la pelota en la mitad de la cancha y encaró hacía el arco defendido por Zamora; no lo pudieron frenar y ante la salida del «1» definió para poner el 2-1.
Cuando Huracán parecía caerse, a los 24 minutos Manchafico tocó la pelota con la mano y el árbitro marcó penal y expulsó al neuquino. Millahual se hizo cargó y puso el 3-1.
La desesperación se apoderó de ambos y el partido se hizo desprolijo pero emotivo. El Globo insistió por todas las vías pero los pelotazos frontales fueron los que le dieron el resultado deseado.
Todos los balones que los jugadores de Huracán encontraban en la mitad de la cancha los enviaban al área de Peralta. En el minuto 41 Pranich complicó la tarde del Rojo. Conectó de cabeza un centro para festejar el 4-1. Antes de que pasará un minuto, otro pelotazo al área visitante fue capitalizado por Rubilar, que gritó el 5-1.
Ya en tiempo de descuento y con el Rojo deshauciado sin respuestas físicas ni anímicas, el Globo consiguió la hazaña. Subiabre agarró la pelota en su campo y envió un largo pelotazo al área del Rojo para que Tromer cabecee y supere a Peralta. Llegaban los penales.
En el minuto 50, apareció Peralta para salvar al Rojo que ya se aferraba a los doce pasos. Subiabre quedó mano a mano pero el uno neuquino achicó justo y se adueñó de la pelota.
La definición
Con el ánimo por el piso Independiente afrontó los penales pero parecía todo dicho. Sánchez anotó el primero, pero Fernández y Ancatén fallaron. Almendra pudo marcar y Maripil no acertó en el último.
En el local Millahual volvió convertir. Subiabre erró, pero Folmer volvió a festejar. Más tarde, Rubilar falló pero Caamaño definió la serie.