domingo, 23 de mayo de 2010

En la cima de Europa tras 45 años




Inter recuperó la Champions con su sello discutido y un héroe: Diego Milito. Hizo doblete para vencer 2-0 a Bayern Munich y darle la triple corona a Zanetti, Samuel y Cambiasso.
El equipo italiano no conquistaba el trofeo desde 1965 y lo hizo de la mano del polémico Mourinho, que hizo historia y se va al Real Madrid.

Madrid, España > El Inter festeja. Recuperó la gloria, se amigó con su historia y se trepó a la cima de Europa con cuatro argentinos y un equipo imbatible que desata amores y odios. Bayern Munich llora. Como los detractores de José Mourinho, el artífice de un título que el conjunto italiano no conquistaba desde 1965 y que ayer, en Madrid, cerró una triple corona que ningún equipo del Calcio había podido ganar.
La celebración tuvo un héroe que en su primer año en un club grande del viejo continente se despachó con 27 goles, entre ellos los cuatro que marcó el Inter en sus finales. Diego Milito había hecho el 1-0 que le dio la Copa de Italia ante Roma, marcó también el único tanto para vencer al Siena y lograr el quinto Scudetto en fila hace una semana y en la noche de Madrid hizo los dos para vencer 2-0 al Bayern Munich y desatar la fiesta en el Santiago Bernabeu.
El dueño del Calcio tenía una cuenta pendiente con su rica historia y la saldó para cumplir el objetivo trazado cuando contrató a Mourinho hace dos años. Ahora es el mejor de Europa y se ríe de los que atacan la manera en que ataca el nuevo dueño de la Champions, que heredó la corona del Barcelona y le dará al Real Madrid su futuro entrenador. Es el sexto que logra liga, Copa de su país y Liga de Campeones en la misma temporada, el primero de ellos que llega desde Italia y el tercero que lo hace con un DT que ya había ganado este trofeo con otro club.
Los números y lo que consiguió minimizan la discusión sobre el estilo cuidadoso, de contragolpe, que eliminó al Chelsa, al campeón Barcelona y ayer no le dio chances al conjunto alemán, que también llegó a Madrid con dos vueltas olímpicas.
Inter primero pensó en su arco y liquidó la final con dos perfectas contras resueltas por Milito, titular al igual que Javier Zanetti, Esteban Cambiasso y Walter Samuel. El capitán, tras 14 años en el club, se dio el gusto que le faltaba y quedó en la foto histórica levantando la Orejona. El Cuchu, al igual que Pupi, dio la vuelta olímpica llorando, olvidándo la amargura por quedar afuera del Mundial. El Muro, en silencio, colaboró con la conquista y ahora intentará repetirla en Sudáfrica.
El mismo objetivo perseguirá Milito luego de un mes que recordará por siempre. El ex Racing, equipo con el que había sido campeón por única vez hasta este increíble mayo de 2010, puso el 1 a 0 con una jugada perfecta y cerró el duelo con otra definición impecable.
Mourinho tejió su tupida red y le entregó el balón a los alemanes. No había ni un italiano en la formación inicial del Inter, pero el sello era bien tano. El primero fue una obra de arte del contragolpe. Salida con los pies de Julio César desde su área, peinada de Milito ganándole a Martín Demichelis, pase justo de Sneijder para hacer la pared y resolución cara a cara con Butt para abrir el partido.
Arriba 1-0 el Inter es cosa muy seria. Y cuando el Bayern soñaba con el empate Milito encabezó otra contra letal a 20 minutos del final, que esta vez se armó solito para desairar a Van Buyten en la puerta del área con un quiebre de cintura y cruzar la pelota al segundo palo para llevar al Inter a la gloria eterna.