jueves, 6 de enero de 2011

Argentino A



Lorenzo, el planificador

Aunque no es obsesivo apuesta al trabajo, "no a la improvisación".
Frutos, el nuevo DT de Cipolletti, quiere un equipo con orden táctico.
CIPOLLETTI (AC).- Quedan apenas un puñado de días para que Cipolletti debute en el 2011 y que Lorenzo Frutos finalmente salga a la cancha con el buzo de DT albinegro. Fiel a su forma de ser fuera de rectángulo verde, su personalidad reflexiva y analítica le está ganando a la ansiedad.
Ya metido de lleno en la parte "fuerte" de la pretemporada, el nuevo entrenador de Cipo contó sus sensaciones en la etapa previa a la competencia, su "receta" para achicar los márgenes de error, se mostró agradecido con Domingo Perilli por "no haber sido egoísta" y dejarlo aprender, habló de la ciudad como "su" lugar en el mundo y de los concejos que le da a su hijo, un enganche que tiene pinta de crack.
- ¿Cómo estas viviendo la etapa previa al debut
- La verdad es que más tranquilo de lo que imaginaba. Pensé que a esta altura iba a estar más ansioso. La mayor preocupación pasa por llegar al debut sin lesionados. Me hubiese gustado tener un delantero más con experiencia, pero estoy muy conforme con el grupo. Trabajan al máximo y muy comprometidos.
-¿Por qué no aceptaste el anterior ofrecimiento y ahora si?
- Antes no, porque me di cuenta que no era el momento. Me parecía que con los muchachos teníamos que tomar distancia, tener un cambio de aire, conocer otra cosa.
-Tuviste mucha experiencia como jugador y ayudante. ¿Ésto es cómo imaginabas?
- El cambio no fue muy abrupto porque todo el tiempo que estuve con "Mingo" fue un proceso de aprendizaje permanente. Él no es un persona egoísta, algo que abunda mucho en este medio, y voy a estar eternamente agradecido. Trato de darle las mejores herramientas para que el jugador después pueda resolver situaciones dentro de la cancha, pero desde el convencimiento, no desde la imposición. Yo no vine a ser el jefe de ellos, sino a trabajar con ellos.
-¿Hay una receta para que las cosas salgan bien?
- Personalmente creo en el trabajo. Claro que siempre tenés que tener una cuota de suerte, pero si no la acompañás, a la larga la suerte se te termina. Acá no hay que improvisar, hay que planificar. Después son los jugadores los que deciden adentro de la cancha.
-¿Qué clase de técnico sos?
- No me considero un obsesivo, pero sí trato que mis equipos sean ordenados, que tengan una identidad, y que una vez que tengan la pelota, sean lo suficientemente inteligente para darse cuenta cuando tienen que meter una gambeta, un cambio de frente, pegarle de media distancia. Lo primero es el orden táctico para recuperar la pelota y después disfrutar del juego.
- Después de haber recorrido tantos lugares. ¿Por qué elegiste Cipolletti para vivir?
- Simplemente porque es mi lugar en el mundo. Laboralmente me hubiese convenido irme a Buenos Aires, pero este es mi lugar y el de mi familia.
- Tu hijo parece que va a seguir tus pasos como jugador...