Cipolletti derrotó 3 a 1 a Patronato en la ida por las semifinales del Argentino A y sacó buena ventaja para la revancha. La Visera volvió a lucir como en las viejas épocas y albergó a 10.000 espectadores.
Cristian Martínez, de penal, Marcos Carrasco y Germán Alecha anotaron para el Albinegro, que sacó una renta importante camino a Paraná.
Cipolletti > Cipolletti cambió la cara con respecto al Clausura y le salió bárbaro. Ante su gente, una multitud que hacía tiempo no se veía en La Visera, sacó la primera ventaja en la semifinal del Torneo Argentino A sobre Patronato de Paraná, luego de ganarle en La Visera por 3 a 1, en un partido de trámite cerrado y disputado. La diferencia no es decisiva, pero ayuda a viajar confiado a Paraná, donde el miércoles a las 21 se definirá el finalista y medio ascenso.
La visita sorprendió de entrada con la formación, no con el planteo, y relegó cualquier tipo de intención ofensiva dejando a Edgardo Brittes contra todos y sentando al recordado verdugo Diego Jara en el banco. Con campo y pelota para jugar, el Albinegro dominó en los primeros 45 minutos, pero sin encontrar los caminos para poner en aprietos al arco entrerriano que defendió Sebastián Bertoli. Maniatado en el mediocampo, Marcos Carrasco, Leonardo Larenas y Manuel Berra lucharon durante los 90 minutos en un sector clave de la cancha, pero apenas algunas estocadas precisas de Orlando Porra permitían salir de la zona media con claridad.
Hugo Prieto disputó contra todos en los últimos metros, ganando algunas y perdiendo en otras, pero asumiendo un desgaste que tiempo después sería importante para las acciones.
En el capítulo inicial, Cipo generó apenas una situación de gol con un cabezazo de Carrasco tras centro de Porra desde la izquierda, por el segundo palo, cuando el reloj marcada 10 minutos.
Patronato no fue mucho mejor porque Raúl Ruiz debió mandar la pelota al tiro de esquina a los 18 después de un remate poco ortodoxo de Emanuel Urresti, que intentó un centro y la pelota se fue cerrando sobre el travesaño.
Se abrió
La apertura del marcador y de las acciones se produjo apenas volvieron del vestuario, a los 2 minutos del segundo tiempo, en una salida rápida de Cipolletti por intermedio de Porra, quien abrió para Oscar Padua. El Loco cayó en el área por un dudoso agarrón de Darío Pono que el juez Maximiliano Stevenot marcó.
Tras la protesta multitudinaria de los jugadores paranaenses, llegó al ejecución y el gol de Cristian Martínez para liberar a las casi diez mil almas que coparon el estadio esperando festejar.Segundos después, la manga de seguridad en la boca del túnel visitante se extendió, Marcelo Fuentes se excedió en el reclamo por el extraño episodio y a instancias del asistente se terminó yendo expulsado en medio de un tumulto que consumió casi cinco minutos.
La respuesta albinegra fue efectiva, porque a los 13m Porra lanzó un centro de manual desde la posición de “8” hacia el segundo palo, por donde nuevamente ingresó Carrasco libre de marcas y acompañando la pelota con potencia superó por segunda vez a Bertoli.
A Patronato no le quedó otra que salir a buscar, ingresó Jara, se movieron los esquemas y a los 34 Brittes encontró el gol de descuento que pareció un gol de nock out para los hinchas locales.
Pero al término de una gran jugada armada por Larenas, el ingresado Carou y Carrasco, Germán Alecha (jugaba por Padua) definió con justeza a los 42 minutos para estampar el 3 a 1 final. Ahora todo se define en tierras mesopotámicas.
Santamarina, por la mínima
Buenos Aires > Santamarina de Tandil superó a Unión Sunchales por 2-1, en el partido de ida de la restante semifinal del torneo Argentino A, cuyo campeón ascenderá a la Primera B Nacional.
Diego Barrios Suárez y Diego Bucci, a los 5 y 36 minutos del primer tiempo, convirtieron para el elenco tandilense.
Por su parte, Diego Gottardi a los 11 minutos del segundo tiempo marcó el descuento, que puede ser clave para la visita, que necesitará ganar sólo 1-0 para forzar la definición por penales en Sunchales.
Se retiraron expulsados Rodrigo Bertorini (Unión) y Emnuel Giménez en el “Santa”, que llega con el lastre de haber jugado el Pentagonal.
