El descarte en el Argentino no sirve
En la Vuelta de
la Manzana quedó demostrado que el descarte que implementó Rally
Argentino para este certamen no sirve. Dejó a la clásica prueba sin
pilotos de gran nivel como Gabriel Pozzo, Miguel Baldoni y José Cantón, o
devaluó la Clase 3 Light. El número lo puso el renovado regional, con
60 ilusiones que fueron un aporte importante.
El Maxi Rally es una
realidad, por más que Federico Villagra y su Ford Fiesta parecen ser de
otra categoría. El "Coyote" es el más astuto de todos y armó un auto
que hace la diferencia.
El famoso descarte dejó afuera a algunas
figuras y desarmó la Light, lo que nada invalida la conquista de Agustín
Elvira, porque el barilochense está en un nivel de excelencia.
La
Súper R volvió a defeccionar y en la Clase 9 hasta faltaron algunos de
los becados, pero menos mal que estaban los regionales para darle brillo
a la única división de la tracción simple.
La ausencia de la Copa
Sport Rally, la de los Mini Cooper, fue un gran papelón, mal que le
pese y les duela a los dirigentes de Rally Argentino, a los que se los
vio bien controlados en la Manzana y, por eso, todo salió perfecto, como
antes ocurrió en la Comarca Petrolera.
La Manzana dejó tela para
cortar y no por su organización, la calidad del espectáculo o la
difusión en la región, sino por el papel que juega la dirigencia de
Rally Argentino, cada vez con menos sentido de autocrítica.