jueves, 25 de febrero de 2010

Adiós Don Antonio



Honesto y bonachón, reconocido hasta por sus rivales, Antonio Alegre fue el hombre que presidió la época más complicada de Boca y lo sacó de una crisis que lo había puesto al borde del descenso y la quiebra. El presidente xeneize durante una década, de 1985 a 1995, falleció ayer a los 85 años, dejando "una pena muy
grande" entre la dirigencia, incluido su compañero de fórmula, Carlos Heller. La dupla capeó el peor temporal, tras vencer en las elecciones al mítico Alberto J. Armando. Eran tiempos en que el equipo no le ganaba a nadie, llegó a jugar con los números marcados en la camiseta con un fibrón, zafó del descenso gracias a los promedios y tenía la Bombonera clausurada por deficiencias edilicias. El panorama era de terror. Pero poniendo orden y plata de su bolsillo y con la ayuda de Heller a la hora de hacer números, Alegre condujo el renacer institucional. No le fue sencillo. Y tuvo que esperar hasta 1992 para que el equipo logre un torneo local, en el Apertura 92. Antes había tenido festejos en la Supercopa 89 y la Recopa 90, y las menos trascendentes Copa Masters (92) y la Nicolás Leoz (93). fines del 95, con el equipo puntero, Mauricio Macri tomó la posta y les ganó las elecciones. Pero el trabajo sucio ya estaba hecho.