Así lo anunció el sitio Corsa online, que sostiene que el gobierno francés le bajó el pulgar a África.
El gobierno francés le bajó el pulgar a África por cuestiones de seguridad y ASO, empresa que organiza el Dakar, ya está negociando una tercera edición consecutiva en Sudamérica con Argentina y Chile, según anunció el sitio www.corsaonline.com.ar.
La seguridad “es determinante”, dijo el francés Etienne Lavigne, máximo responsable del Dakar, cuando Corsa online lo consultó sobre si eso desequilibraría la balanza a favor de la Argentina y Chile para la edición 2011. Las chances de Sudamérica o retornar a África estaban 50 y 50. Hasta se hablaba de ir turnando, un par de años en cada continente.
La inestabilidad política que aún existe en el continente donde nació la carrera hace que la balanza se inclinara para que la carrera siga en esta parte del mundo.
ASO tenía el OK de Túnez, Libia y Egipto para ser anfitriones de la próxima edición, pero el proyecto habría fracasado luego de un informe de seguridad del gobierno francés en el que se afirma que sigue siendo inseguro correr en continente africano.
Y el ataque a la selección togolesa de fútbol antes de la Copa de África habría sido determinante en este aspecto.
Según agregó Corsa online, “en la intimidad miembros de la organización francesa ya dan en un 95 por ciento que la carrera seguirá en la Argentina y Chile en 2011”. Lavigne, incluso, programó para mediados de mes una serie de reuniones con representantes de ambas naciones.
La idea es cerrar las tratativas que ya se habían iniciado mientras se realizaba la versión 2010. El presupuesto de Chile ya estaría acordado y rondaría los siete millones de dólares. Algo similar pagaría la Argentina, aunque en un primer momento nuestro País sólo ofreció cuatro millones.
“Se les hizo una nueva oferta y esta vez quedaron conformes”, dijo una fuente del gobierno al mismo sitio.
A fines de febrero ASO dará a conocer el escenario de la edición 2011 del Dakar y es un hecho que la Argentina y Chile corren con ventaja, no sólo por el éxito (en Mendoza fue incalculable la cantidad de público que lo vio), sino también por la seguridad.
