lunes, 27 de junio de 2011

El equipo cordobés regresa a Primera después de cuatro años de ausencia y concretando un hito en el fútbol argentino. ¿Por qué ascendió?



¡Qué botín, pirata!



Mientras los medios de comunicación seguían emitiendo imágenes bárbaras y relatos desgarradores, los muchachos del Ruso Zielinski volvieron al campo del juego del Monumental y dieron rienda suelta a un festejo atragantado producto de los gravísimos incidentes. Los cordobeses cantaron, bailaron y se sintieron dueños del mundo. Lo hicieron en un Monumental destruido y casi desierto, sólo habitado por almas que ya imaginaban festejos al ritmo del cuarteto y litros de helado fernet.
Belgrano concretó lo que años atrás hubiese sido impensado: doblegó al club más ganador del fútbol argentino y lo hizo en una instancia, la promoción, donde siempre las instituciones chicas tienen las de perder. El lamentable final que decretó el histórico descenso de River opacó una victoria justa e irreprochable, y cuatro años después de haber corrido la misma suerte que ayer el equipo de Jota Jota López, regresó a la primera división.
El equipo de Ricardo Zielinski, de excelente segunda mitad de la temporada en la B Nacional, accedió a jugar Promo tras levantar considerablemente su nivel y terminar cuarto un torneo en el que había llegado a estar último.
Porque no todo fue alegría para el Pirata antes de este momento de gloria: tuvieron que pasar dos entrenadores (Jorge Guyón y Luis Sosa) y varios pasajes de tensión entre la gente y los jugadores.
Es increíble pensar que los cordobeses arrancaron el torneo con una caída ante Patronato, recién ascendido a la B Nacional, cuyo DT era el propio Zielinski.
El destino luego puso al Ruso del otro lado de la vereda y se revirtió el escenario. Belgrano sumó 14 partidos sin perder y ascendió rápidamente en la tabla. En el momento de la definición se preparó psicológicamente para el mano a mano con River y supo resolver a partir de su solidez. Ganó 2-0 a en la día, con una contundencia envidiable, y ayer le jugó de igual a igual a un Millonario que se lo quiso llevar por delante.
El 1-1 quizá no fue demasiado justo y el local mereció un poco de mejor suerte, pero este Belgrano resultó un dignísimo equipo y se convirtió en un justo ganador de la promoción. Así le sacó todo el rédito posible al triunfo cosechado en la ida, en el Gigante de Barrio Alberdi.
El ascenso se dio en el Monumental, donde los simpatizantes de la "B" soportaron estoicos la violencia en las afueras y esperaron el regreso al campo de juego de sus héroes; y en las calles de Córdoba, donde salieron de a miles a celebrar este regreso a los primeros planos.
El primer ascenso de Belgrano a la A, y más allá de sus viejas participaciones en el "Torneo Nacional" (1968 el primero) fue en la temporada 1990-91. Cinco años después de su ingreso al Nacional B tras ganar el Regional, el Pirata llegó a Primera tras vencer en la final por el ascenso a Banfield.
Fue 1 a 1 en la ida y un glorioso 4 a 0 en la vuelta, con goles de Lucio Alonso (2), Roberto Monserrat y Omar Herrera.
Su permanencia en la máxima categoría duró cinco años, y uno después, ya en la temporada 1997-98, repitió la gesta del ascenso, al vencer en los choques decisivos a Aldosivi de Mar del Plata (1 a 1 el encuentro inicial, victoria 3 a 1 en la revancha, tantos de Cristian Carnero, Leonardo Torres y el ídolo uruguayo Luis Sosa.
En 2001 bajó otra vez, y el que hasta aquí había sido su último ascenso llegó en la campaña 2006-7: la víctima resultó entonces Olimpo con sendos 2-1.
Un campeonato (Apertura y Clausura) pudo sostenerse el club del Barrio Alberdi. Esta vez, al promediar este campeonato, nada hacía prever que el final fuera el que fue: Belgrano estaba en las últimas posiciones de la B Nacional, lejos de toda expectativa.
Pero llegó el Ruso Ricardo Zielinski a la conducción y el equipo protagonizó una reacción alucinante al ganar 13 cotejos al hilo y pasar del fondo de la tabla a quedar cuarto en la tabla de posiciones (atrás de Rafaela, Unión y San Martín de San Juan). Después, llegó al Monumental y se hizo realmente gigante. De allí, este Pirata se llevó el mejor botín.



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