lunes, 2 de mayo de 2011

Un golpe que complica


Cipolletti, como local, fue vencido por Rivadavia de Lincoln 1-0 y de esta manera se complica en sus intenciones de pelear por un lugar en la próxima instancia. Continúa como líder, pero con un partido más que Douglas Haig.

Al minuto de juego, José Alfonso sorprendió a la defensa albinegra y marcó el único tanto del cotejo.  (Matias Subat)

El único tanto del encuentro fue marcado por José Alfonso, cuando el partido recién llevaba un minuto de juego.  

Cipolletti > Cipolletti perdió de local contra Rivadavia de Lincoln 1 a 0 por la 7ª fecha en la Reválida del Torneo Argentino A y quedó más que condicionado en búsqueda de la clasificación para soñar con la promoción y el ascenso a la Primera B Nacional.
La licencia del primero de mayo no fue la más feliz para un grupo de jugadores que el sábado por la noche pagó caro el gol repentino de José Alfonso, al minuto de juego, cuando casi nadie se había acomodado ni adentro ni afuera del campo de juego.
Un remate preciso, desde la izquierda, al palo apuesto de un sorprendido Raúl Ruiz, fue determinante en las acciones porque el visitante hizo su negocio en el primer tiro al arco y luego se dedicó a cumplir con el planteo de contraataque, refugiándose en su propio campo con dos líneas de cuatro bien marcadas.
El dueño de casa careció de repentización individual para superar las camisetas blancas y rojas. Colectivamente, quedó claro que la idea era jugar ancho por las bandas, pero Manuel Gutiérrez se cerró constantemente en el primer tiempo y Manuel Berra estuvo lejos de su mejor versión.
No hubo chances de gol para Cipo en los primeros 45 minutos. Las únicas dos fueron de Bruno Weisser, que viene en bajo nivel, más allá de su incansable entrega. La primera fue un cabezazo alto a los 17 minutos del delantero y la segunda cayó a los 24, en un centro desde la derecha que quiso meter al medio del área de un solo toque, pero ubicó mal el pié y su pase quedó lejos de Henry Sáez.
Sólo hubo temperatura sobre el césped con los incidentes, cuando los futbolistas del conjunto rionegrino no soportaron más las mañas de los bonaerenses que ante el mínimo roce quedaban tirados, para consumirle minutos al reloj.
Volaron algunos proyectiles desde la tribuna norte y la manga actuó de protección para que los protagonistas no sufrieran consecuencias.

Con Raffú de extremo
Al regreso del descanso, Lorenzo Frutos dejó en las duchas a Marcos Carrasco y puso a Maximiliano Raffú. La idea siguió siendo profundizar las posibilidades de desbordes y así mover la defensa rival.
Poco pudo aportar el juvenil más allá de su obediencia. Sólo a los 31 sacó provecho de la velocidad y Sáez conectó el centro que fue cerrado al tiro de esquina. Segundos después, desde ese envió, un cabezazo de César Medina motivó el esfuerzo del arquero Gerardo Fibigier.
Escaso de argumentos ofensivos, el equipo no logró justificar nunca en el trámite para sumar los tres puntos y viajar el domingo a Pergamino con chances ciertas de clasificación. Ahora sigue dependiendo de sí mismo, pero debe ganar en cancha de Douglas Haig, terreno en el que a lo largo de su historia nunca pudo hacerlo. Y aunque las estadísticas están para romperse, el nivel futbolístico del equipo no es bueno desde hace un par de partidos como para alimentar el sueño



DLMN