lunes, 22 de marzo de 2010

Albinegros desamparados

Cipolletti jugó otro mal partido y sumó una nueva derrota, esta vez en la Visera de Cemento.

después de la goleada ante Alumni (4-0), Cipolletti recibió otro cross en la mandíbula, esta vez en su casa. Desamparados de San Juan se aprovechó del mal momento del Albinegro, lo venció por 1-0 y lo sacó de la zona de clasificación (ver aparte).

El local se repitió en la fórmula y lo pagó caro. La centralización del juego y la falta de uso de las bandas como vías para lastimar fue el peor karma del equipo de Perilli. Cipolletti lejos estuvo de jugar bien, pero Desamparados tampoco hizo demasiado para llevarse los tres puntos.

La figura de Daniel Carou parece ser un arma de doble filo para el Albinegro, porque al pasar el juego siempre por sus pies los balones sólo transitan por el centro del campo. Y para cualquier rival es siempre más sencillo desactivar las ofensivas cuando éstas se tornan previsibles.

Los primeros 45 minutos fueron intensos pero con poca claridad. Cipolletti tuvo tres chances de peligro -con Oscar Padua, un cabezazo imperfecto de Carou y un tiro libre de Hugo Prieto que desvío mediante se fue cerca de unos de los ángulos-, pero la más clara fue de los sanjuaninos, cuando sobre los 39 cayó un corner en el área, el balón quedó suelto, sin dueño, Facundo Piacenza lo cabeceó como pudo casi en la boca del arco, el travesaño lo rechazó y todos suspiraron.

El trámite experimentó pocas variantes en el ST, salvo porque a los 12 Berra fue víctima del azar y batió su propio arco, después de un tiro libre bien ejecutado. Si hasta ahí Cipolletti era repetitivo pero ordenado, desde ese momento la estructura se cayó y el caos fue amo y señor del juego.

Perilli probó con mandar a la cancha Gerardo Solana pero sacó a Larenas, uno de los más claros. Carou continúo con su andar intermitente, Prieto se mostró contrariado, lejos de aquel delantero cargado de adrenalina, y a Padua las que le quedaron las erró. Mingo puso a Porra pero Lalo estuvo lejos de aportar soluciones y sólo Alecha, a poco más de diez minutos, casi pone el empate. Claro, la historia ya estaba escrita.